6 cuotas de $2.300,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $13.802,00 |
1 cuota de $13.802,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $13.802,00 |
3 cuotas de $4.600,67 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $13.802,00 |
6 cuotas de $2.300,33 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $13.802,00 |
2 cuotas de $6.901,00 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $13.802,00 |
1 cuota de $13.111,90 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $13.111,90 |
3 cuotas de $5.149,48 | Total $15.448,44 | |
6 cuotas de $2.917,83 | Total $17.507,01 | |
12 cuotas de $1.905,38 | Total $22.864,53 |
3 cuotas de $4.676,58 | Total $14.029,73 | |
6 cuotas de $2.496,72 | Total $14.980,35 |
9 cuotas de $2.233,98 | Total $20.105,79 |
El premarco es una escuadra de plástica que sirve para recuadrar el vano donde irá colocada la abertura. Se utiliza en obras de construcción tradicional y suele utilizarse sobre todo en obras nuevas. Se coloca con el canto liso hacia el interior (a filo interior de pared) y con el canto acanalado hacia el exterior (va cubierto con revoque).
El premarco tiene tres funciones principales. En primer lugar, el premarco evita que el vano quede fuera de escuadra. En segundo lugar, optimiza y acelera los tiempos de obra. En tercer lugar, protege las aberturas del contacto con el cemento y otros materiales agresivos que pueden dañar la pintura y terminación del aluminio.